lunes, 8 de febrero de 2016

Recuerdos

Odio cuando ves fotos de lo que fue y lo que es no se parece a lo que era. Ni siquiera se acerca. Sientes nostalgia de lo que sentías en esas fotografías y te lamentas por lo mucho que ha cambiado. 

Sientes, incluso, ganas de arreglar ciertas cosas, de retomar contactos, de hacer una llamada. Siento no ser esa persona positiva que te diga "debes hacerlo". Soy esa persona que te dice que nada será igual. No se vive del recuerdo. 

Un recuerdo bueno te hace sonreír,  pero eso no quiere decir que puedas volver a ese momento en el que todo era armonía y felicidad. Las cosas cambian tanto que dejan de ser lo que fueron, aunque queden los pedazos, que son esas fotografías. 

Suena triste... o se podría decir que lo es. Y sin embargo... es real. Eso no quiere decir que la vida sea una mierda, que todo cambie y no podamos hacer nada para evitarlo, que yo sea un témpano y no se me ablande el corazón. Lo único que quiere decir es que pasa el tiempo y las cosas que empeoran hasta volverse insostenibles quedan atrás, aunque un día fueran buenas. Lo magnífico de todo esto es que otras buenas se avecinan. 

No hay mayor decepción que sucumbir a ese sentimiento de volver al pasado y descubrir un presente desolador, un desierto donde antes había un oasis. La decepción quiebra tanto que ni unas bonitas fotos pueden reconstruir ciertas cosas. 

Aprendamos a disfrutar de los recueros, nostálgicos sí, pero realistas también. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario